15 sept 2013

The Killing: Killed por baja audiencia



La cadena AMC ha comunicado oficialmente que no renovará  The Killing para una cuarta temporada y, a menos que sea  falsa alarma, este es el final para los detectives Linden (Mireille Enos) y Holder (Joel Kinnaman). 

The Killing ha sido una serie dura de matar. Al término de su segunda temporada no se renovó para una tercera, pero gracias a unos acuerdines de AMC con Netfilx, se le dio luz verde a una nueva historia de crímenes. Lamentablemente, las audiencias no la acompañaron, bajando de 2,7 millones en su primer año (2011) a 1,5 en el último capítulo de 2013.

Los fans se hicieron escuchar y mostraron su descontento con los “falsos culpables” que iban apareciendo a medida que avanzaba la trama. Siempre que surgía un nuevo sospechoso del asesinato de turno, ya se intuía que ese personaje no era el que los detectives buscaban, ya que el correcto sólo sería develado al final de la temporada. Si no hubiese sido por los maravillosos cliffhanger de la serie, yo por lo menos la abría olvidado de una semana a otra. (Bueno exagerando, no tanto).

The Killing fue el remake de la serie danesa Forbrydelsen que originalmente sólo tenía una temporada, pero la versión gringa la alargo para dos. No me imagino que habría significado esperar  un año para saber quién finalmente había sido el asesino de Rosie Larsen (Katie Findlay), porque, afortunadamente, yo vi ambas temporadas en maratón por Netfilx. Pero si sé que la tercera temporada con nueva trama, no llenó mis expectativas.

Personalmente, encontré que la historia tenía muchos rellenos y sustancialmente la trama era pobre. Además,  me desilusionó la identidad de quien fuera el asesino de la última entrega televisiva: ¡¿es que no podrían haber escogido un personaje más aburrido?!  No contaré quién fue para no funar a los que aún no lo saben.

Lo que rescato (porque sí, no todo fue malo) es el personaje de Bullet. Me pareció una buena actuación de Bex Taylor-Klaus.  De la mano de ella, conocimos la realidad de las adolescentes que viven en las calles y la prostitución infantil. Además, Bullet le sumó puntos a Holder. Mantuvieron una relación que contribuyó al desarrollo emocional del detective y fue agradable verlos en pantalla juntos.

También la escena de la ejecución de Ray Seward (Peter Sarsgaard) fue impactante, cruda. Mostró lo justo y necesario para no caer en el morbo. Yo, incluso, terminé reflexionando lo horrible que era la existencia de la pena de muerte en el siglo XXI (muy profundo, ¿no?).

The Killing fue buenísima mientras se mantuvo como una copia de la original, cuando empezó con aires propios, se fue todo a las pailas y con eso le decimos adiós y muchas gracias a Linen y Holden.